Fotografía: Cortesía para "Correo" 2021
CHAIKOVSKI, EL HERMOSO ATORMENTADO
Por HRJ
Un 7 de mayo de 1840 nació Chaikovski (1840-1893). A manera de homenaje les ofrecemos este ensayo en donde exploramos facetas poco exploradas de su música, como sus 11 óperas o su Sinfonía núm. 1, Ensueños invernales.
¿Cuál es la principal característica de la música de Chaikovski?
Pocos compositores tan atormentados y constantes como Chaikovski. Con excepción de sus ballets, toda su música tiene el mismo planteamiento: luz y oscuridad en guerra por apoderarse de su corazón.
Meses antes de su muerte (noviembre de 1893), Chaikovski se encargó de resolver este íntimo conflicto con dos finales posibles: uno de aniquilación y el otro de esperanza.
La aniquilación es su Sinfonía núm. 6, Patética, en cuyo desenlace una a una todas las emociones que alguna vez sintió caen exprimidas hasta desintegrarse en el absoluto silencio (la luz se diluye en el abismo)
El final de esperanza es Iolanta, ópera en un acto sobre una princesa ciega que recupera la vista al enamorarse.
¿Alguna anécdota sobre el carácter atormentado de Chaikovski?
Chaikovski comenzó a escribir su Primera sinfonía en el invierno de 1866, a los 25 años, durante un período de abandono y amargura. Es música que imaginó con ataques de neurosis bajo la nieve a bordo de una carroza entre San Petersburgo y Moscú: un desesperado viaje con el que buscaba poner fin a su sufrimiento.
Sufría porque su Oda a la alegría (cantata para solistas, coro y orquesta sobre una traducción rusa del poema de Schiller) • que presentó el 8 de enero a manera de examen final para obtener el título de compositor en el Conservatorio de San Petersburgo • había sido destrozada. César Cui la calificó como “aberrante” y a Anton Rubinstein le pareció “torpe y estridente”.
Chaikovski llegó a Moscú para escapar de la humillación pública bajo el pretexto de impartir clases de teoría en el recién fundado Conservatorio de la ciudad • dirigido por Nikolai Rubinstein, hermano de Anton • . Se instaló en una casa ruidosa y desordenada que compartía con otros maestros. Comía poco, dormía mal y de madrugada • único momento de silencio • escribía su sinfonía.
Cumplió 26 años (mayo 7) y pasó el verano (1866) a las afueras de San Petersburgo en compañía de su padre, su hermano Modest y su hermana Sasha, quienes se escandalizaron al verlo tan descuidado: barba crecida, dobles ojeras, cuerpo flaco y el cabello castaño demasiado largo peinado hacia atrás desde la frente.
Chaikovski convivía con su familia a la hora de la comida y por las noches y mañanas escribía su sinfonía. La escritura matinal • que emprendía tras largas caminatas • resultaba grácil y fluida, bucólica y alegre, llena de alientos y ecos melódicos a canciones populares. De noche, la neurosis destrozaba sus nervios y la escritura nocturna resultaba densa y tormentosa, de una pasión dramática • protagonizada por las cuerdas • tan intensa que terminó por provocarle ataques de pánico.
“¡Voy a morirme!, moriré antes de poder terminar esta sinfonía”, decía Chaikovski al médico que lo atendió, quien lo diagnosticó con neurosis severa y le prohibió escribir música después del ocaso.
Así, impedido y exhausto, con la certeza de su próxima muerte, Chaikovski terminó de escribir su Sinfonía núm.1, a la que llamó Ensueños del invierno, título que anuncia una intención programática en apariencia inofensiva: los cuatro movimientos que la integran describen diferentes facetas del invierno ruso.
¿A qué suena esta Primera sinfonía de Chaikovski?
Escuchemos el segundo movimiento: Adagio que lleva el subtítulo “Tierra de la desolación; tierra de la bruma”. Se trata de música lenta estructurada en torno a dos temas (el de la desolación y el de la bruma) que conforme avanzan adquieren nuevos aspectos, como si cada melodía representara un mismo panorama al que la nieve distorsiona poco a poco, a su lenta manera de acumulación blanca.
Pero • y aquí surge una clave para entender la Primera sinfonía • , el invierno es en realidad el inconsciente y la distorsión no proviene de la nieve sino de los sueños. Y es Chaikovski quien sueña. Son los terribles y hermosos sueños de una persona que padece neurosis: sueños que van y vienen entre ternura y abandono, entre nacimiento, soledad y penumbra, entre ilusión y muerte.
¿Chaikovski escribió óperas?
Chaikovski es famoso por su primer concierto para piano, su concierto para violín y sus tres últimas sinfonías (cuatro, cinco y seis), no por sus óperas. No obstante, para el compositor ruso escribir óperas era la parte más delicada y seria de su trabajo. Cuando se dedicaba al arte lírico, requería un estado espiritual de sosiego, que conseguía encerrándose por largos periodos que vivía en soledad entre la más estricta disciplina: componer al despertarse, desayunar, caminar, componer, comer, tocar el piano, caminar, tomar una copa, componer y dormir. Al concluir una ópera, tras meses de trabajar durante ocho o diez horas diarias, quedaba completamente vacío, desprotegido contra las embestidas de su aguda neurastenia.

Por ejemplo, Vakula, el herrero, primera que lo satisfizo, se basa en el libro La noche de Navidad de Nikolai Gógol (1809-1852). Eugenio Oneguin, su ópera más famosa, está basada en el poema homónimo de Aleksandr Pushkin (1799-1837), autor que retoma para sus óperas Mazeppa, sobre un guerrero que lucha por la independencia de Ucrania, y La reina de espadas.
Excepciones de los temas rusos son La doncella de Orleans, basado en la tragedia homónima del poeta alemán Friedrich Schiller (1759-1805) sobre la santa francesa Juana de Arco, y Iolanta, basada en la obra La hija del rey Renato del danés Henrik Hertz.
Dentro de la música rusa, ¿en dónde se ubica Chaikovski?
Durante la segunda mitad del siglo XIX las posibilidades que tenía un joven para formarse como músico en Rusia eran dos:
1).- Escuela nacionalista. Comandada por Mili Balákirev (1837- 1910), quien, junto con César Cui (1835-1918), Aleksandr Borodín (1833-1887), Nikolai Rimsky-Kórsakov (1844-1908) y Modest Mussorgsky (1839-1881), conformaban el llamado Grupo de los Cinco.
2).- Conservatorio de Moscú. Dirigido por el pianista y compositor Anton Rubinstein (1829-1894), donde la enseñanza estaba fuertemente influida por la ideología romántica y las nuevas corrientes europeas, cuyos máximos exponentes eran el húngaro Franz Liszt (1811- 1886) y el alemán Johannes Brahms (1833-1897).
Chaikovski pertenece a la generación de jóvenes compositores egresados del Conservatorio y desde sus primeras partituras, como La tempestad (1864) o la obertura Romeo y Julieta (1869), destaca un lenguaje universal con elementos populares rusos al servicio de una profunda intimidad de gran intensidad emocional.
¿Es verdad que Chaikovski se suicidó?
Todo parece indicar que sí. Sobre su muerte, Juan Arturo Brennan (escritor especializado en música) comenta:
Chaikovski murió, según nos han contado, del cólera provocado por la imprudencia de beber un vaso de agua sin hervir. Más tarde, sin embargo, se conoció la verdad. El compositor fue obligado a cometer un “suicidio de honor” para evitar el escándalo mayúsculo que pudo haber provocado el conocimiento público de su homosexualidad.