Por HRJ
Dentro de la literatura musical de conciertos para violonchelo, los dos más interpretados en la historia son el Dvořák y el de Elgar, obras que a pesar de compartir una misma estética romántica, sus atmósferas expresivas resultan opuestas: Mientras el de Dvořák es épico, intenso y turbulento, el de Elgar es conciso, intimista y nostálgico, aspectos que han puesto de relieve célebres violonchelistas como Pablo Casals, Paul Tortelier, Jacqueline du Pré, Yo-Yo Ma y William Molina, primer chelo de la Orquesta Sinfónica de Minería, quien lo interpretará este 22 de marzo en la Sala Nezahualcóyotl en un programa que incluye el poema sinfónico Cuauhnáhuac de Silvestre Revueltas y Cuadros de una exposición de Mussorgsky (en su versión orquestada por Ravel).
¿Qué debo saber sobre el Concierto para violonchelo y orquesta de Elgar?
Durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918), el compositor inglés Edward Elgar (1857-1934) estaba convencido de que Europa no volvería a ser la misma y la destrucción se instalaría en su espíritu de forma permanente. Por eso durante el lapso bélico compuso bajo un estado de abatimiento y melancolía cuya máxima expresión es su Concierto para violonchelo (comenzado al final de la Guerra y estrenado en 1919), que a la historia de la música ha pasado como la hermosa y triste despedida de un mundo por siempre perdido.
Cinco cosas que debes saber sobre Elgar
- Dentro de los compositores ingleses de la segunda mitad del siglo XIX, Edward Elgar era visto con cierto desprecio tanto por su origen humilde como por no haberse formado académicamente como compositor.
- El ser autodidacta imprimió a la música de Elgar un carácter original en donde se respira una sensación de libertad, pero también desarrolló en él una profunda inseguridad para abordar géneros orquestales (su Sinfonía núm. 1 la compuso hasta los 50 años).
- Se volvió mundialmente famoso por su serie de marchas Pompa y circunstancias, la primera de las cuales es utilizada como la tradicional música de graduación en las universidades de Estados Unidos.
- Durante varios años se desempeñó como director musical de la banda del manicomio de Worcester.
- Por su valiosa aportación al arte mundial, específicamente al desarrollo de la música clásica occidental, el gobierno de Inglaterra lo nombró Sir.
¿Qué dice Juan Arturo Brennan, nuestro experto, sobre el Concierto para violonchelo de Edgar?
Sobre la postura de Edgar hacia la crítica
Puede decirse que aun en esta última obra, considerada como su canto del cisne, Elgar se aproximó a la música de una manera humilde, quizá incluso tentativa, manteniendo hasta el final de su carrera la actitud que lo caracterizó desde sus primeras composiciones, una actitud formada en partes iguales de hipersensibilidad y autocrítica. Por otra parte, es también un hecho que no todos sus contemporáneos dieron buen recibimiento a su música. Como un ejemplo de ello, se encuentra entre la correspondencia de Elgar una carta dirigida a Frank Webb y fechada en Kensington el 29 de julio de 1890. Un fragmento de la carta dice así:
Mi Obertura está terminada, y no creo que guste, pero hay que hacer la prueba. Encuentro, por mi limitada experiencia, que los amigos son a quienes más hay que temer. Yo podría llenar un libro poco divertido con los juicios que se han hecho contra mis anteriores composiciones. Cuando he escrito algo lento, dicen que debió ser rápido; cuando era alto, dicen que debió ser bajo; cuando compuse algo caprichoso, debió ser solemne. En una palabra, siempre me he equivocado.
Al parecer, donde Elgar se equivocó fue al juzgar la obra a la que se refería en la carta, su obertura Froissart, que casualmente fue la primera de sus obras en llamar favorablemente la atención del público y la crítica. Y así como tantos otros compositores han pasado por períodos creativos claramente diferentes entre sí, la carrera musical de Elgar sufrió un cambio radical; muchas de sus obras de lo que podría llamarse su primera época ostentaban una especie de porte gallardo, casi militar (recordemos que su esposa, Caroline Roberts, era hija de un general del ejército) que fue un sello característico de ese período, pero al final de la Primera Guerra Mundial su sensibilidad lo hizo alejarse por completo de esa línea de pensamiento y comenzó a producir obras en una vena más lírica, más contemplativa y, finalmente, más sincera. A esta nueva época pertenece su Concierto para violoncello.
Sobre la composición del concierto
La composición de la obra fue iniciada en el invierno de 1918-1919, y la pieza estuvo terminada en agosto de 1919 en la cabaña Brinkwells que Elgar poseía cerca de Fittelworth, en el condado de Sussex. Alguien preguntó en una ocasión a Elgar sobre el significado interno de este Concierto para violoncello, a lo que el compositor contestó: “Es la actitud de un hombre ante la vida.” La señora Elgar, que siempre apoyó a su marido en su carrera musical y que era creyente convencida del talento del compositor, anotó esto en su diario, en la época de creación del Concierto para violoncello:
Edward está escribiendo música nueva y maravillosa, totalmente diferente a todo lo que ha escrito antes.
Con estas palabras, quizá sin saberlo, la señora Elgar confirmaba intuitivamente el cambio que la guerra había operado en el espíritu del compositor. De cualquier modo, el mismo Elgar pareció estar satisfecho con la obra desde el momento de su creación. El compositor dijo sobre su Concierto para violoncello:
Es una obra verdaderamente grande, y creo que es viva y buena.
Sobre el estreno
El Concierto para violoncello de Edward Elgar fue estrenado el 27 de octubre de 1919 en el Queen’s Hall de Londres, bajo la dirección del compositor, con Felix Salmond como solista y la Orquesta Sinfónica de Londres. Poco tiempo después, la carrera de Elgar sufriría otro cambio radical: en 1920 murió su esposa Caroline, y el compositor perdió la chispa musical. Se retiró a la campiña y pasó el resto de su vida en semi-retiro, componiendo sólo algunas piezas de ocasión, ninguna de las cuales estuvo a la altura de su mejor música.
¿Qué versión del Concierto de violonchelo de Edgar escucho?
Juan Arturo Brennan recomienda:
“Respecto a su cálido Concierto para violoncello, vale la pena mencionar que se trata de una de esas obras que están asociadas a una interpretación única, mágica, legendaria, que cualquier amante del violoncello debe escuchar. Se trata de la grabación que realizó la malograda violoncellista inglesa Jacqueline DuPré y que, según los enterados, es la mejor y más apasionada versión que se ha hecho de esta obra de Elgar”.
¿Te gusta este tipo de contenido?
Continúa apoyándonos para seguir compartiendo contigo.
¡Llegó la Primavera Sinfónica! ✨☀️❤️🔥






