Fotografía: Cortesía para "Música en México" 2020
Fidelio, la única ópera que escribió Beethoven
Por HRJ
Un 23 de mayo de hace 208 años Beethoven estrenó la versión definitiva de Fidelio, la única ópera que escribió y quizá la partitura que más lo frustró.
¿Cuál es la trama de Fidelio?
Fidelio (libreto de Joseph Sonnleithner y Friedrich Treitschke basado en la obra Leonora o el amor conyugal de Jean Nicolas Bouilly sobre un hecho real ocurrido durante la Revolución Francesa) se desarrolla en una cárcel sevillana del siglo XVIII.
El carcelero Rocco (bajo) tiene dos ayudantes, Joaquino (tenor) y Fidelio, y una hija, Marcelina (soprano).
Joaquino está enamorado de Marcelina. Ella (a pesar de que alguna vez quiso a Joaquino) ama a Fidelio, pero Fidelio (soprano) es en realidad una mujer (Leonora) que se hace pasar por carcelero para liberar a su marido Florestán (tenor), condenado a muerte injustamente por denunciar los crímenes de Pizarro (bajo), director de la prisión.
¿Qué tipo de ópera es Fidelio?
Fidelio es una ópera que integra elementos de diversas corrientes y escuelas.
Es alemana en su estructura.
(Diálogos hablados a la manera del singspiel).
Es francesa en su planteamiento.
(Situaciones domésticas y la presencia del personaje travestido).
Es italiana en algunos números.
(El aria de Leonora “Abscheulicher! Wo eilst du hin?”, de canto lírico y expresivo que es acompañado por tres trompetas).
¿A qué suena Fidelio?
A pesar de que los personajes cantan sobre sus conflictos cotidianos, la música transmite una sensación de grandeza. Si se atiende a lo que se dice, se encuentran quejas pedestres y confusiones un tanto insulsas. En cambio, los instrumentos proponen una historia distinta: de ideales, no de personas, y poco a poco, a través de su lenguaje arrebatado e impredecible (que sienta las bases del personalísimo y atormentado romanticismo musical alemán), la música termina por absorber a los personajes. Esta desintegración puede ubicarse concretamente en el cuarteto “Mir ist so wunderbar” (la escritura vocal cumple un estricto canon mientras la instrumental fluye con absoluta libertad) que precede a la escena (hacia el final del primer acto) en donde los prisioneros salen por primera vez hacia la luz (coro “O, welche Lust!”).
Después, en el segundo acto, el conflicto ya es abstracto. Joaquino, Marcelina y Rocco son meras circunstancias de una lucha que los trasciende: el espíritu humano (Florestán) enfrentado contra fuerzas que quieren aniquilarlo (Pizarro).
La resolución de la ópera es en apariencia feliz: el amor (Leonora) comprueba la invencibilidad del espíritu humano y Florestán es liberado.
No obstante, hay tragedia en la festiva música final.
Surge entonces la idea del sacrificio y por lo tanto una gran duda:
¿Y si ese anhelado reencuentro amoroso entre Leonora y Florestán en realidad está sucediendo más allá de la muerte?

Un dato curioso de Fidelio: Beethoven escribió una obertura distinta para cada versión. Es decir: su única ópera tiene tres oberturas.