Gabriela Ortíz
Por HRJ
La mexicana Gabriela Ortiz (1964), una de las voces más interesantes de la composición contemporánea, estará presente durante la Temporada de verano 2022 de la Orquesta Sinfónica de Minería con Téenek – Invenciones de territorio, donde explora los conceptos de identidad y frontera para trazar una fascinante poética musical sobre el influjo de los territorios y el sentido de pertenencia.
¿Quién es Gabriela Ortiz?
En el mundo de la composición contemporánea la voz de la mexicana Gabriela Ortiz (1964) destaca por su originalidad y contundencia. “Su música únicamente puedo relacionarla consigo misma”, dice el director de orquesta Carlos Miguel Prieto, y es que el arte de Gabriela Ortiz es un mundo sonoro propio, lleno de misterio y arrojo, cuyas obras más visibles quizá sean el Concierto candela para percusiones y orquesta (1993) y la sinfonía Luz de lava (2010), para soprano, coro de cámara, flauta solista y orquesta, donde los cuatro movimientos (Geometría telúrica, Magma interior, El Pedregal y Visión evolutiva) tejen una poética volcánica a través de un desbordante ímpetu rítmico que por momentos contrasta con los diálogos etéreos que sostienen soprano y flauta.
La música de Gabriela Ortiz es vasta, diversa y cada año aumenta tanto su cantidad como su fama, como lo demuestra el hecho de que la Filarmónica de Nueva York le comisionó y estrenó en marzo bajo la batuta de Gustavo Dudamel una obra sinfónica (Clara) que escribió inspirada en la vida de la compositora y pianista alemana Clara Wieck (1819-1896). Esto la convierte en la segunda persona nacida en México que ha recibido una comisión por parte de la Filarmónica de Nueva York (la otra fue Carlos Chávez con su Sinfonía núm. 6). A este reconocimiento se la ha sumado haber sido designada nueva integrante del Colegio Nacional, por lo cual ofreció una entrevista al diario español El País en la que declaró: “Me enamoré de la música una vez que entendí que los sonidos tienen alma”.
Gabriela Ortiz atraviesa uno de los momentos más intensos y felices de su vida artística. Para celebrar que una de las voces más interesantes de la composición contemporánea es mexicana la Orquesta Sinfónica de Minería interpretará su obra Téenek – Invenciones de territorio durante el quinto programa (julio 30 y 31) bajo la batuta de Carlos Miguel Prieto al lado del Concierto romántico para piano de Manuel M. Ponce (con la participación solista de Jorge Federico Osorio) y la Sinfonía núm. 6, Patética, de Chaikovski.
¿A qué suena Téenek – Invenciones de territorio de Gabriela Ortiz?
Al respecto, Juan Arturo Brennan escribe:
“Si bien contiene algunas otras ideas concretas, expresadas por medios musicales abstractos, la obra de Gabriela Ortiz titulada Téenek – Invenciones de territorio alude a dos asuntos que han estado muy presentes, desde siempre, en el ideario personal y creativo de la compositora: la identidad y las fronteras. De ello da testimonio un texto original sobre la obra, redactado por Alejandro Escuer, que transcribo íntegramente aquí:
Téenek es la lengua que se habla en la región de la Huasteca, que incluye los estados de Veracruz, Tamaulipas, San Luis Potosí, Hidalgo, Puebla y Querétaro en México. El nombre significa “hombre local”, en referencia a todos los hombres y mujeres que pertenecen a un lugar cuya sola existencia determina sus destinos en el tiempo y en el espacio: sus territorios. De hecho, en cualquier región del mundo, los seres humanos de cualquier era determinan una manera de SER que trasciende a través del tiempo y define su relación con su entorno, sin importar cuáles puedan ser su raza, color de piel, fronteras políticas o condiciones socioeconómicas. Todos somos mortales, así como nuestros dominios, diferencias, fronteras y posesiones a la larga desaparecerán, si no en décadas, sí a través de los siglos. Al final, los seres humanos trascienden tales condiciones y circunstancias por el simple hecho de SER, por existir culturalmente, por todo lo que permanece. Téenek es una metáfora de nuestra trascendencia, una fuerza que alude a un futuro en el que no hay fronteras, pero, en cambio, hay un reconocimiento de las particularidades y diferencias reales entre nosotros, que propician nuestro desarrollo a la vez que nos enriquecen y nos enaltecen. Así, la música da testimonio de una historia gradual de concordancias y discordancias, de culturas antiguas y símbolos nuevos, de modos de resistir y comprender el mundo imaginando sonidos y sentidos, de ese ritmo vital que le da significado al sentido de pertenencia y a las raíces que nos identifican culturalmente. A través de la básica y sencilla idea de pertenecer, de no dividir sino, en cambio, reconocer la otredad, Téenek reflexiona sobre la importancia de las identidades a través de la fragmentación. Es precisamente por ello que Téenek está compuesta por una serie de invenciones aparentemente disímiles que encuentran su fuerza en sus diferencias, su enriquecimiento y desarrollo musical; éstos son entretejidos y transformados a través del tiempo en un discurso que demuestra cómo la existencia de fronteras puede ser diluida en la búsqueda de la poderosa idea que nuestro potencial futuro está en reconocer nuestras diferencias.
¡Acompáñanos en nuestra Temporada de Verano 2022!
