Por HRJ
La Navidad es una inspiración permanente en la historia de la música. Personas compositoras de todas las épocas la han interpretado a través del sonido. Desde Hildegarda von Bingen, en el siglo XII, hasta Mario Lavista en el XXI, existen cientos de miles de partituras que han explorado distintos matices de una celebración que parte del renacimiento y la esperanza para ofrecer interminables búsquedas sobre los misterios y pasiones que agitan los corazones de mujeres y hombres y cómo inexorablemente la humanidad, a pesar de cualquier destino individual, forma parte de lo inexplicable.
Dentro de las obras sinfónicas que abordan la Navidad, hemos seleccionado 10 ejemplos:
- El ballet El cascanueces de Chaikovski, que explora ensoñación e inocencia.
- La ópera La noche de Navidad de Rimski-Kórsakov, que explora color y ligereza.
- Ceremonia de villancicos de Britten, que explora suavidades a cargo de un arpa.
- El oratorio Mesías de Händel, que explora la profundidad metafísica.
- La Misa de medianoche de Charpentier, que explora sofisticación y elegancia.
- El oratorio Historias de Navidad de Schültz, que explora solemnidad y reverencia.
- Una cantata de Navidad de Honegger, que explora drama y misticismo.
- El oratorio Los niños de Belén de Pierné, que explora ilusión y ternura.
- El oratorio La infancia de Cristo de Berlioz, que explora ambición y renuncia.
Y nuestra décima recomendación es una obra que todo lo contiene y todo lo abarca. Quizá se trata de la obra sobre Navidad más importante de todos los tiempos: Oratorio de Navidad de Bach, que la Orquesta Sinfónica de Minería interpretará este 5 y 6 de diciembre en la Sala Nezahualcóyotl a las 20 h. bajo la batuta huésped de Raúl Aquiles Delgado y la participación solista de Anabel de la Mora (soprano), Orlando (tenor) y Alan Pingarrón (tenor).
Sobre la importancia histórica de esta pieza, quién mejor que Juan Arturo Brennan para establecerla:
“Una revisión superficial del catálogo de Johann Sebastian Bach podría dejar la impresión errónea de que el gran compositor nativo de Eisenach compuso únicamente dos oratorios, el Oratorio de Pascua y el Oratorio de Navidad. No hay que olvidar, sin embargo, que sus magníficas Pasiones también son, estrictamente, oratorios. Bach concibió el Oratorio de Navidad desde 1733, para la temporada navideña de 1734-1735, y si la obra no es considerada de la misma estatura musical que las Pasiones, ello puede deberse quizá al hecho de que es una obra festiva de principio a fin, sin el dramatismo de los otros oratorios. Por otra parte, resulta que una alta proporción del contenido del Oratorio de Navidad es reciclada, ya que proviene de materiales escritos previamente por Bach; entre estos materiales destacan de manera prominente tres cantatas (BWV 213, 214 y 215) escritas también en 1734. Los musicólogos afirman que, además, Bach incluyó en el Oratorio de Navidad algunos materiales que originalmente formaron parte de su Pasión según San Marcos, cuya partitura se perdió. El Oratorio de Navidad está dividido en seis partes (cada una de las cuales puede ser considerada, en su caso, como una cantata independiente), una para cada uno de los días importantes de la festividad navideña:
Para el primer día de la Navidad (9)
Para el segundo día de la Navidad (14)
Para el tercer día de la Navidad (12)
Para el día de año Nuevo (La circuncisión del Señor) (7)
Para el domingo después de Año Nuevo (11)
Para la fiesta de la Epifanía (11)
Los números entre paréntesis indican la cantidad de números musicales que conforman cada una de las seis cantatas. Es interesante notar que, además de recurrir a los materiales de sus trabajos previos, Bach utilizó con frecuencia en el Oratorio de Navidad las melodías de los corales luteranos que también usó en otras obras suyas, particularmente los preludios corales para órgano. (Catorce de los 64 números del oratorio están basados en melodías corales).
El texto del Oratorio de Navidad narra los hechos que rodearon al nacimiento de Cristo, según los evangelios de San Lucas y San Mateo, y fue compilado por el poeta y libretista (y colaborador frecuente de Bach) Christian Friedrich Henrici, mejor conocido como Picander, a quien también se acredita el libreto de la Pasión según San Mateo de Bach. Las seis cantatas que forman el ciclo del Oratorio de Navidad son conocidas también por sus títulos individuales:
Cantata núm. 1
Jauchzet, frohlocket, auf, preiset die Tage!
(¡Regocijaos, alegraos, arriba, celebremos el día!)
Cantata núm. 2
Und es waren hirten in derselben Gegend
(Y había pastores en la misma región)
Cantata núm. 3
Herrscher des Himmels erhöre das Lallen
(Señor de los cielos, escucha nuestros balbuceos)
Cantata núm. 4
Fallt mit Danken, fallt mit Loben
(Postraos agradecidos, postraos con alabanzas)
Cantata núm. 5
Ehre sei dir, Gott, gesungen
(Que el honor te sea cantado, oh, Dios)
Cantata núm. 6
Herr, wen die stolzen Feinde schnauben
(Señor, cuando los arrogantes enemigos rujan)
John Bawden, director musical (1994-2006) del Coro Filarmónico de Fareham, comenta lo siguiente sobre el Oratorio de Navidad:
El oratorio contiene la acostumbrada mezcla de recitativos, coros y arias. El tenor solista (Evangelista) actúa como narrador en una serie de recitativos, mientras que otras figuras tradicionalmente asociadas con la historia de la Navidad –los ángeles y los pastores, por ejemplo- también aparecen. El coro introduce la primera y la tercera cantatas con piezas muy emotivas, y proporciona comentarios adicionales a lo largo de la obra, sobre todo en la forma de corales. Estas melodías de himnos luteranos, ricamente armonizadas por Bach, debieron ser muy familiares para las congregaciones del siglo XVIII, las que sin duda participaban esporádicamente en las ejecuciones del Oratorio de Navidad. Las arias, con frecuencia floridas y detalladas, son los números más extensos de la obra, y son meditaciones sobre el significado espiritual profundo de los eventos que se narran. El ciclo concluye en un tono apropiadamente efusivo con una repetición del coro inicial de la tercera cantata.
Hay en el Oratorio de Navidad un interesante elemento que apunta claramente al hecho de que Bach consideraba cada una de las seis cantatas como una entidad independiente: la dotación es distinta en cada una de ellas, a saber:
1.- Coro, soprano, alto, tenor y bajo solistas. Tres trompetas, timbales, dos flautas, dos oboes, cuerdas y continuo.
2.- Coro, soprano, alto, tenor y bajo solistas. Dos flautas, dos oboes d’amore, dos oboes da caccia, cuerdas y continuo. (Esta es la única de las seis cantatas que se inicia con un movimiento puramente instrumental, una sinfonía u obertura).
3.- Coro, soprano, alto y bajo solistas. Tres trompetas, timbales, dos flautas, dos oboes, cuerdas y continuo.
4.- Coro, soprano, tenor y bajo solistas. Dos cornos da caccia, dos oboes, cuerdas y continuo.
5.- Coro, soprano, alto y tenor solistas. Dos oboes d’amore, cuerdas y continuo.
6.- Coro, soprano y tenor solistas. Tres trompetas, timbales, dos oboes, cuerdas y continuo.
El Oratorio de Navidad fue interpretado por primera vez en su totalidad en la temporada navideña de 1734-1735, cuando Bach ya era chantre de la iglesia de Santo Tomás en Leipzig”.
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