Durante el octavo programa de la Temporada de verano 2022 (agosto 19, 20 y 21) la Orquesta Sinfónica de Minería estrenará en México Historias de flores y tangos, concierto para trompeta y orquesta de Daniel Freiberg (1957), cuya obra sinfónica (descrita por The New York Times como “explosiones de color complejamente estructuradas”) se caracteriza por su intensa libertad tanto formal como idiomática.
Hablamos con él en una entrevista exclusiva donde nos cuenta sobre su exploración en las posibilidades expresivas de la trompeta, la pasión por el jazz que lo llevó a Nueva York (ahí conoció al compositor mexicano Samuel Zyman en la Juilliard School) y la construcción de su música, que posee la hermosa virtud de hacer sonreír a quienes la interpretan.
Por HRJ
Durante 300 años las personas compositoras nacían con un idioma ideal: la tonalidad. En los siglos XVII, XVIII y XIX nadie se cuestionaba que su partitura estaría estructurada en torno a la melodía. Actualmente existen interminables maneras de articular sonidos. ¿Usted cómo lidia con la incertidumbre que late al fondo de esta riqueza de posibilidades?
Aunque soy consciente de las tendencias pasadas y presentes, me dejo llevar solamente por mi intuición y la emoción que me genera componer. No veo incertidumbre en la riqueza de posibilidades; todo lo contrario: uso esas posibilidades como herramientas y colores para expresarme honestamente.
En Historias de flores y tangos, concierto para trompeta y orquesta, se percibe una búsqueda intensamente expresiva ajena a la academia (y por lo tanto a una forma específica o determinada). ¿Cómo ha sido la experiencia de escribir una obra tan libre donde diversos tipos de folclor latinoamericano (desde huapango mexicano hasta chacarera argentina pasando por joropo venezolano, milonga y tango) interactúan y se fusionan en un marco profundamente contemporáneo que sin embargo dialoga continuamente con la tradición sinfónica occidental?
Disfruto mucho mi trabajo componiendo, especialmente cuando me encargan una obra para un solista extraordinario como Pacho Flores. Escribí esta obra con mucha confianza, pues sabía que a Pacho le gusta mucho mi música y con la certeza de que los músicos que lo acompañarían se divertirían mucho interpretándola. No me propongo estar cerca ni lejos de lo académico o lo popular. Uso lo que está a mi alcance como compositor. Lo único que me interesa es que mi música emocione.
Tomando en cuenta que la parte solista de esta obra está pensada específicamente para el sonido, pensamiento, gusto y estilo de Pacho Flores (e incluye el uso de instrumentos nuevos creados por Vicente Honrado ex profeso para la obra), ¿qué tanto perdería la obra en la trompeta de otro intérprete?
Nuestra intención con Pacho es ampliar el repertorio para trompeta para todos los trompetistas. Ese objetivo se presta a explorar nuevas técnicas, colores y expresiones.
Los nuevos instrumentos creados por Vicente Honrado, de la prestigiosa casa Stomvi de Valencia, ofrecen nuevas posibilidades técnicas y expresivas que hemos aprovechado en esta obra.
Aquí hay cierto paralelismo con el Concierto para trompeta y orquesta en mi bemol mayor, Hob. VIIe: 1 de Joseph Haydn, una obra que puso al límite las posibilidades técnicas del instrumento, gracias a la insistencia de Anton Weidinger, quien encargó a Haydn la obra y diseñó la trompeta de llaves. Desterró así la primitiva, de cuerpo cónico en espiral que no permitía ejecutar notas cromáticas. Haydn incluyó en él notas que no podrían haberse tocado en un instrumento sin los avances de Weidinger.
De todos modos, está en mis planes escribir una parte solista adaptada para trompetas tradicionales.
¿Cómo ha sido el estreno de Historias de flores y tangos en Oviedo?, ¿qué expectativas tiene de su estreno en México? ¿Cuál ha sido su relación con la Orquesta Sinfónica de Minería y con Carlos Miguel Prieto?
El estreno en Oviedo fue hermoso y le gustó mucho a la audiencia y a la orquesta. El director de la Oviedo Filarmonía, Lucas Macías Navarro, nos contó a Pacho y a mí que cuando comenzó a ensayar Historias de flores y tangos notó que sus músicos sonreían de placer al tocarla. Eso me llena de alegría y reafirma mi confianza en lo que estoy haciendo.
Tengo la certeza de que el estreno en México será un gran éxito. Son tres conciertos con una de mis orquestas favoritas: la fantástica Orquesta Sinfónica de Minería bajo la batuta de ese gran titán, el maestro Carlos Miguel Prieto, con quienes ya he trabajado varias veces. El clima en los ensayos y en los conciertos es de un tono tan positivo que siempre salgo con las baterías cargadas al máximo. Es un privilegio trabajar con ellos en lo que es mi pasión. La sala Nezahualcóyotl es de las mejores a nivel mundial.
La pasión por el jazz lo llevó a tomar una decisión tan radical de vida como mudarse de Buenos Aires a Nueva York a los 21 años. A través de los años, ¿ha perdido esa pasión por la música?, ¿de qué manera ha mantenido fresca y nueva su curiosidad y amor hacia la música?
No me arrepiento de haberme mudado. El nivel de los músicos en Nueva York es altísimo y eso te obliga a mejorar constantemente. Mi pasión por mi trabajo como músico nunca se detuvo… continúa creciendo sin interrupción. Sigo siempre estudiando y trato de aprovechar cada oportunidad que se presenta para aprender algo nuevo. Me siento privilegiado por tener la oportunidad de ganarme la vida de este modo.
Durante cinco años fue pianista de Paquito D´Rivera en varias giras mundiales. ¿Considera que esta experiencia como intérprete de gira, no tan frecuente en compositores, tiene algún tipo de influjo en su música?, ¿cree que esta experiencia influye de alguna manera en la libertad expresiva y formal que distinguen su arte?
Cada vez que toco con Paquito aprendo algo. Justo antes de la pandemia, hicimos juntos un exitoso concierto con la Orquesta de la Radio de Colonia, Alemania, que culminó en la grabación de un álbum.
Paquito D’Rivera ha sido mi principal mentor, me ha abierto muchas puertas y me ha dado innumerables oportunidades para crecer como músico. Lo considero un hermano y ha estado en mi vida desde 1984. Gracias a Paquito, conocí al maestro Carlos Miguel Prieto, a la Orquesta Sinfónica de Minería y al mismísimo Pacho Flores.
Este mes de agosto, el prestigioso sello discográfico Deutsche Grammophon lanzó el nuevo álbum de Pacho Flores, junto al maestro Carlos Miguel Prieto al comando de la Orquesta Sinfónica de Minería y como invitados especiales Paquito D’Rivera (clarinete y saxofón) y un servidor al piano en mi concierto Crónicas latinoamericanas. Es un proyecto histórico del cual estoy muy orgulloso de participar como pianista y compositor junto a admirados compositores como Arturo Marquez, Paquito D’Rivera, Efraín Oscher y el mismo Pacho Flores. Yo siempre le digo a Paquito que él tiene la culpa de todo esto.
¿Podría por favor hablarnos brevemente sobre su relación con el compositor mexicano Samuel Zyman?
En los ‘80s tomé algunas clases en la Juilliard School de Nueva York y tuve la suerte de tener a Samuel Zyman como profesor de teoría musical. En ese momento, Paquito D’Rivera me había encargado mi primera obra para clarinete y orquesta sinfónica, así que entonces tomé algunas clases privadas con el maestro Zyman, quien me aclaró muchas de las dudas que yo tenía.
¡Acompáñanos en la presentación de disco de Pacho Flores! 🙌

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