(Crónica del concierto inaugural de la Temporada de verano 2022 de la Orquesta Sinfónica de Minería)
Por HRJ
Viernes 8 de julio de 2022
“¿Y esto cómo funciona?”, pregunta una niña ante la Sala Nezahualcóyotl.
Su madre le acomoda la manga del vestido y luego le dice:
“Vamos a entrar ahí para escuchar sonidos”.
Ha comenzado a llover y no traen paraguas. Suben las escaleras corriendo tomadas de la mano y se pierden entre la multitud que se ha reunido para asistir al concierto inaugural de la Temporada de verano 2022 de la Orquesta Sinfónica de Minería.
La gente rodea el escenario. Se instalan atrás, adelante y a los lados. A las ocho, cuando el concierto comienza, todas las personas miran hacia los instrumentos, hacia brazos y labios manipulando arcos, boquillas, teclas y baquetas, pianos, chelos, arpas, oboes, tambores y flautas. Pero lo que en realidad sucede es algo mucho más complejo cuyo origen comienza en la poética y precisa respuesta de esa madre a su hija:
“Vamos a entrar ahí para escuchar sonidos”.
Los sonidos, que son emociones
Carlos Miguel Prieto, director de la orquesta, pide que todas las personas se levanten. Comienza el Himno Nacional de México. Durante el encierro, la vida se llenó de angustia, desconfianza y miedo. Las personas fueron separadas. Los conciertos se prohibieron. Ahora la música en vivo, ante una multitud agradecida, provoca liberación desbordante: lágrimas, abrazos y la gozosa alegría de haber nacido en la misma tierra desde una historia compartida.
Los sonidos, que tienen la capacidad de hermanar
Y si durante tres años los conciertos estuvieron prohibidos a causa de una pandemia, las personas intérpretes también necesitan liberarse. Por primera vez en mucho tiempo se han reunido en Minería ante un público. Su reto es Debussy: Iberia, núm . 2 de Imágenes para orquesta, que es música de una intensa vocación de misterio y visualidad. Se estructura en tres movimientos, pero en la partitura antes de notas hay palabras que describen intenciones: Por las sendas y los caminos, Los aromas de la noche y Mañana de un día de fiesta. Los instrumentos, entonces, deben establecer uniones capaces de, por medio de encadenamientos de acordes que se oponen a la retórica tradicional, transmitir abstracciones tan ingrávidas como fragancias y cambios en la luz.
Los sonidos, que provocan temblores
y también pueden pintar
Mujeres y hombres del público tienen los ojos abiertos de cara a los instrumentos, pero lo que en realidad miran es el sonido, que es invisible, y sin embargo pueden sentirlo: es una vibración que les envuelve el cuerpo y en su movimiento oscilatorio tiene el poder de colapsar el tiempo. A través de la música, el pasado y la gente muerta regresan. Porque Joaquín Rodrigo estrenó su Concierto de Aranjuez el 9 de noviembre de 1940 con la participación solista del guitarrista Regino Sainz de la Maza y en este momento, casi 82 años después, el guitarrista es Pablo Sainz Villegas (es casual el mismo apellido), pero es la misma música, el mismo fuego flamenco (Allegro con spirito y Allegro gentile) y la misma inconsolable tristeza (Adagio); es la misma guitarra que representa la plegaria de un hombre desesperado y la misma orquestación simbolizando destino, eternidad y a dios.
Los sonidos, que son pensamiento y
tienen el poder de colapsar el tiempo
Y que ahora exista el mismo sonido que en 1940 imaginó Joaquín Rodrigo establece un diálogo entre épocas en donde las ideas viejas de pronto surgen nuevas. Un diálogo al que Hector Berlioz llega y a través de su Sinfonía fantástica (1830) llena la sala de sonido, que es ilusión y esperanza, que es fantasía y sueño, porque en el primer movimiento (Ensueños, pasiones) un joven músico celoso se ha quedado dormido tras consumir opio y experimenta una aterradora pesadilla en donde asesina a la mujer que ama, es conducido al cadalso y ejecutado, pero renace y ante sí tiene la posibilidad de reeducarse en el amor y comenzar a entenderlo como consenso y no como posesión.
Los sonidos, que pueden enderezar todo lo torcido
Y en el último movimiento (Sueño de una noche de brujas) el sonido queda al servicio de una alucinación
campanas
cuchillas
danzas medievales
El sonido se fragmenta y distorsiona
verdugos
brujas
misas infernales
Ya su parámetro principal es el descontrol
monstruos
jeringas
mucho vino
Y cuando termina el concierto inaugural de la Temporada de verano 2022 de la Orquesta Sinfónica de Minería, la música entera se ha desbordado un poco hacia la belleza y un poco hacia la locura.
Afuera de la Sala Nezahualcóyotl ya no llueve. Dentro, el escenario se ha quedado sin instrumentos. En algún lugar entre la multitud que avanza hacia los coches, están la madre y la hija.
Y a partir de ahora, cuando alguien le pregunte ¿qué es un concierto?, esa niña ya tiene la respuesta:
“Es un lugar al que se entra para escuchar sonidos”.
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