Por Rodrigo Suárez Ibarrola
Para afinar el arpa del cuerpo, la mente y el espíritu necesitamos la razón concorde de la música y sus poderes curativos. ¿Cuál es la alquimia entre música y medicina? Esta unión ha sido una búsqueda desde los inicios del hombre y Rodrigo Suárez nos lleva a los distintos pensamientos a lo largo de la historia, la mitología, las religión y la ciencia acerca de los salutíferos bálsamos de la armonía musical. Alivio para los dolientes cuerpos y almas, la terapia musical. Vivamos sanos escuchando música.

En una analogía musical, las enfermedades pueden verse como una desarmonía corporal, en la cual las funciones celulares y fisiológicas del cuerpo no marchan a su tempo normal. Por ello, no resulta sorprendente que no exista órgano o sistema en el cuerpo humano que no sea estimulado por sonido, música y vibración.
Existen pasajes bíblicos que aluden a los poderes curativos de la música. Uno de los más conocidos es la historia de los dos primeros reyes de Israel en el Primer Libro de Samuel, resumida en el siguiente pasaje:
El espíritu del Señor se retiró de Saúl, y en su lugar venía a atormentarlo un espíritu maligno que le mandaba el Señor. Los cortesanos de Saúl le dijeron: “Como ves, te atormenta un espíritu maligno que te manda el Señor. Mande, pues, nuestro señor a tus siervos que te atienden, que busquen a alguien que sepa tocar el arpa, para que te la toque y sientas algún alivio cuando venga sobre ti el espíritu maligno enviado por Dios”. A lo cual replicó Saúl: “Sí, id a buscarme alguno que sepa tocar, y traédmelo”. Cuando el espíritu maligno enviado de Dios acometía a Saúl, tocaba David el arpa y la tañía, lo cual hacía que Saúl sintiera alivio y mejoría; y aun se le retiraba el espíritu maligno.

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