Danzas comunales y cantos desaforados, brindis tequileros y el espacio privado al fondo de una mesa entre dos enamorados. Las diferentes texturas y emociones (baile, serenata, pasión y coqueteo) de una fascinante fiesta jalisciense comienzan a tensarse hasta que toda esta sensualidad es destruida a causa del silbato de un policía.
Te ofrecemos un acercamiento a Mariachitlán de Juan Pablo Contreras, una de las obras sinfónicas mexicanas más populares del siglo XXI, que interpretaremos este miercoles y jueves (7 y 8 de septiembre) en la Sala Nezahualcóyotl bajo la batuta de Carlos Miguel Prieto, nuestro director artístico.
Por HRJ
Una invitación hacia nuevos mundos sonoros
La relación entre música sinfónica contemporánea y público está llena de dudas y desconocimiento. Las orquestas suelen dar por hecho que al programar nuevas obras se arriesgan a tener salas vacías y un alto porcentaje de las audiencias tiene la idea preconcebida de que la música contemporánea es ilegible.
Quizá ha llegado el momento de disolver estos prejuicios y la única manera de hacerlo es a través del conocimiento y la divulgación de obras sinfónicas creadas por personas vivas. ¿A qué suenan? ¿Cuáles son sus lenguajes, ideas, atmósferas y emociones?
A través de esta nueva serie de artículos la Orquesta Sinfónica de Minería te invita a realizar una audición abierta y tolerante de estos nuevos mundos sonoros enriquecedores y fascinantes.
Para comenzar te presentamos Mariachitlán (2016) del joven compositor jalisciense Juan Pablo Contreras (1987), que interpretaremos este miércoles y jueves (7 y 8 de septiembre) en la Sala Nezahualcóyotl bajo la batuta de Carlos Miguel Prieto, nuestro director artístico.
¿A qué suena Mariachitlán de Juan Pablo Contreras?
“La obra recrea la experiencia de visitar la Plaza de los Mariachis en Guadalajara, donde en cada esquina los mariachis entonan sus sones y se interrumpen unos a otros para atraer al público”, dice Juan Pablo Contreras y en su declaración comparte dos elementos esenciales para acercarse a su obra:
1. Una persona camina por una plaza de mariachis.
2. Músicas distintas se agolpan en sus oídos mientras avanza
De entrada ya sabemos que la estructura de la obra será fragmentada. Es decir: se compone de distintos acontecimientos sonoros, cada uno organizado en torno a sus propias leyes rítmicas, pero desde una poética folclórica común: el mariachi.
¿Cuáles son estos distintos ritmos de mariachi?
Tres principales:
- Canción ranchera en compás de 2/4 (chun-ta chun-ta).
- Vals romántico en compás de 3/4 (chun-ta-ta).
- Son zapateado en el que se alternan compases de 6/8 y 3/4
Esta variedad de ritmos yendo y viniendo, chocando y fusionándose, en una obra de 10 minutos en movimiento único trazan una poética festiva cuyas fascinantes atmósferas contradictorias (frenetismo y ternura, caos y sosiego) sólo pueden ser mexicanas, y específicamente jaliscienses (parte del material melódico está basados en temas populares cuyas letras exaltan la belleza del paisaje de esta tierra).
¿Y cuál es la función de los instrumentos en esta festiva miniatura sobre Jalisco?
Juan Pablo Contreras nos dice:
“Los instrumentos típicos del género (mariachi) como la trompeta, el arpa y el violín son protagonistas en esta obra, mientras los contrabajos suenan como guitarrones y las cuerdas emulan los rasgueos de las vihuelas”.
¿Y al final en qué acaba la historia de Mariachitlán?
El recorrido celebratorio transita por diversos episodios: danzas comunales y cantos desaforados, brindis tequileros y el espacio privado al fondo de una mesa entre dos enamorados. Las diferentes texturas y emociones (baile, serenata, pasión, coqueteo) comienzan a tensarse hasta que toda esta sensualidad es destruida a causa del silbato de un policía.
Entonces surge el miedo de que la fiesta haya terminado. Pero no: el policía desaparece ante la alegría y la obra termina a media madrugada, dejando claro que en un lugar más allá del silencio la fiesta ha seguido sonando.
¿Qué debo saber sobre Juan Pablo Contreras?
La obra Mariachitlán, escrita para orquesta sinfónica con piano, arpa y una rica sección de percusiones, le valió a Juan Pablo Contreras ganar el premio como “mejor composición orquestal de Jalisco 2016” y fue nominada al Grammy Latino 2019 en la categoría “mejor arreglo/composición” por su grabación en el álbum homónimo publicado por Universal con la Orquesta Filarmónica de Jalisco bajo la batuta de Marco Parisotto y Abdiel Vázquez en el piano. Sus obras han sido interpretadas por importantes orquestas latinoamericanas (como la Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela, la Sinfónica de Córdoba de Argentina y la Sinfónica Nacional de México) y de Estados Unidos (como la Filarmónica de Las Vegas, la Sinfónica de California y Orquesta de cámara de Los Angeles). Es doctor en Composición por la Universidad del Sur de California y entre sus maestros destaca el mexicano Daniel Catán.
¿De dónde viene la palabra mariachi?
Sobre el origen de la palabra “mariachi”, Juan Arturo Brennan nos explica:
“(…) está la controversia sobre el nombre “mariachi”, en la que dos bandos se disputan la razón. En esta esquina, los que afirman que mariachi es una corrupción del término francés mariage, usado porque los mariachis solían tocar con especial frecuencia en las bodas de pueblo. En la otra esquina, quienes dicen que mariachi es una síntesis del nombre María, abundantísimo en las letras de los sones de mariachi, y el sufijo náhuatl chi, que es como un diminutivo. Dejemos, pues, que los dos bandos diriman su controversia a balazos, en el más puro estilo del mariachi bronco, para explorar otros asuntos, entre los cuales está el hecho de que el mariachi es el conjunto musical típico de la urbe mexicana en lo que se refiere a la interpretación de sones. En su forma original, el mariachi estaba compuesto por dos violines, vihuela o guitarra de golpe, jarana y arpa. (Si alguien ha visto recientemente un mariachi con tal dotación, favor de avisar de inmediato, antes de que desaparezca por completo.) En pleno siglo XX, la dotación del mariachi cambió y se sustituyó el arpa por el guitarrón, y hacia los 1930s se añadieron las dos trompetas que hoy son indispensables en cualquier mariachi que se respete. (Hay pocas cosas más tristes que escuchar un mariachi moderno con una sola trompeta.) Fue por esos años que la música de mariachi se hizo muy popular en las ciudades, sobre todo gracias al cine, la radio y los discos. Este tipo de conjunto musical, hoy día tan popular, nació en la región del estado de Jalisco situada al sur de la ciudad de Guadalajara, y aún es posible encontrar mariachis con la dotación original mencionada en las costas del estado de Michoacán”.
¿Qué más escucho de Juan Pablo Contreras?
Escucha su versión sinfónica de la canción de Zoé No me destruyas con la Orquesta Sinfónica de Bratislava (Eslovaquia).
¡Acompáñanos en este fantástico programa! 🥰
