Pedro y el lobo
Por HRJ
Con motivo del Día de la Infancia te explicamos cómo avanza Pedro y el lobo (1936) de Serguéi Prokófiev (1891-1953), cuento musical para narrador y orquesta donde los personajes están caracterizados a través de diversos instrumentos.
Pedro camina por la tranquila pradera.
Es un niño valiente. Tiene 10 años y le gustan las aventuras.
Dentro de la orquesta está representado por toda una sección:
La de cuerdas (violines, violas, chelos y contrabajos).
Estos instrumentos van a acompañar a Pedro en todas sus apariciones a lo largo del cuento.
Pedro tiene el don de poder comunicarse con los animales.

Se siente orgulloso de ser uno de los mejores amigos de Pedro.
Un pato se mete en el estanque para bañarse.
El pato es travieso, presumido y le encanta meterse al agua.
Aprovecha que Pedro ha dejado la puerta del jardín abierta para escaparse.
Dentro de la orquesta está representado por el oboe, cuya tesitura es aprovechada para sugerir el sonido de su graznido.
Además de travieso y presumido, al pato le gustan las discusiones, así que comienza a discutir con el pájaro sobre quién es mejor tipo de ave:
“Yo lo soy”, dice el pato con su voz de oboe, “porque yo sé nadar y tú no”.
Un gato avanza sigilosamente hacia el pájaro.
El gato es astuto y solemne. A veces se enoja y saca las garras.
Puede llegar a ser cruel, como ahora, que tiene la intención de asustar al pájaro. Pero Pedro alerta al pájaro y el pájaro se protege en la rama más alta de uno de los árboles.
El gato corre hacia el árbol y considera la posibilidad de escalar por el tronco.
Sus movimientos son rápidos y ágiles. Dentro de la orquesta está representado por un instrumento de sonido rápido y ágil: el clarinete.
El abuelo de Pedro aparece y lo regaña por haber salido solo a la pradera.
El abuelo de Pedro es cariñoso y responsable. Ama a su nieto y busca protegerlo.
Por eso le angustia que Pedro salga solo a la pradera. Le da miedo sobre todo que Pedro se encuentre con el lobo.
Aunque Pedro dice que el lobo no le da miedo, su abuelo insiste en que salir solo resulta peligroso.
Dentro de la orquesta el abuelo está representado por el fagot, cuyo sonido interpretado de cierta forma puede transmitir preocupación.
El abuelo toma de la mano a Pedro y se lo lleva hacia la casa.
Un lobo gris aparece en la pradera.
El lobo es solitario y despiadado.
Identifica al pato desprotegido en el estanque y aúlla para asustarlo.
Al ver al lobo, el gato sube al árbol en donde está el pájaro (acción que el clarinete describe mediante la veloz ejecución de una escala ascendente).
El pato sale del agua y corre hacia el jardín de la casa.
El lobo sabe que el pato es lento por tierra.Lo persigue, lo alcanza y se lo come.
Dentro de la orquesta el lobo está representado por el corno, cuyo grave sonido hace pensar en peligro.
Pero el lobo sigue con hambre y se dirige hacia el árbol en donde están el gato y el pájaro.
Pedro ha visto todo a través de la ventana de su cuarto. No siente miedo. Va por una cuerda y se dirige hacia el prado. Sube al árbol y le pide al pájaro que dé vueltas alrededor de la cabeza del lobo para distraerlo mientras él atrapa su cola con un nudo corredizo que hizo en un extremo de la cuerda. El otro extremo lo amarra en una rama.
El lobo queda indefenso colgando del árbol.

Pedro les pide que no disparen, que mejor lleven al lobo a una reserva.
Los cazadores acceden.
El abuelo llega. Está contento de ver a Pedro sano y salvo, pero le dice:
“¿Qué hubiera pasado si no logras amarrar al lobo? Tienes que ser más precavido”.
Cazadores, abuelo, pájaro, gato y Pedro conforman una caravana para llevar al lobo a una reserva.
La orquesta celebra. Interpreta música festiva a través de todos sus instrumentos, como símbolo de la hermandad de los personajes.
De pronto se escucha un graznido a cargo del oboe.
“¿Cómo puede ser?”, todos se preguntan.
Pues resulta que el lobo se tragó al pato entero, por lo que el pato sigue vivo.