El Danzón núm. 2 de Arturo Márquez
Por HRJ
El principio del danzón es la ligereza. Qué fácil y natural resulta entregarse a su danza. Poco a poco, sin embargo, el danzón guía el cuerpo hacia vertiginosos paisajes emocionales (júbilo, nostalgia, ansiedad, deseo, miedo, frenetismo…) cuyos trazos de profunda y compleja sensualidad fascinaron al compositor mexicano Arturo Márquez (1950), quien hasta hoy ha compuesto nueve danzones, de los cuales el Danzón núm. 2 se ha vuelto tan popular en el mundo que, al lado del Huapango de Moncayo, se considera como un segundo himno nacional mexicano.
La Orquesta Sinfónica de Minería lo interpretará el 12 de mayo en la Sala Nezahualcóyotl bajo la batuta de Raúl Delgado junto con Capricho español de Rimski-Kórsakov, Pavana para una infanta difunta de Ravel y Sinfonía de los juguetes de Edmund Angerer.
¿En qué se inspiró Arturo Márquez para escribir su Danzón núm.2?
Sobre la gestación de su Danzón núm. 2, Arturo Márquez explica:

«A partir de estas experiencias empiezo a aprender sus ritmos, su forma, sus contornos melódicos a base de escuchar las viejas grabaciones de Acerina y su Danzonera, y dentro de mi fascinación capto que la aparente ligereza del danzón es sólo una carta de presentación para una música llena de sensualidad y rigor cualitativo que nuestros viejos mexicanos siguen viviendo con nostalgia y júbilo como escape hacia su mundo emocional, el cual afortunadamente aún podemos ver en el abrazo que se dan música y baile en Veracruz y en los salones de la Ciudad de México. El Danzón núm. 2 es un tributo a ese medio que lo nutre. Trata de acercarse lo más posible a la danza, a sus melodías nostálgicas, a sus ritmos montunos, y aun cuando profana su intimidad, su forma y su
lenguaje armónico, es una manera personal de expresar mi respeto y emotividad hacia la verdadera música popular. El Danzón núm. 2 fue compuesto gracias a un encargo de la Dirección de Actividades Musicales de la UNAM y está dedicado a mi hija Lily.”
¿Cuántos danzones ha escrito Arturo Márquez?
Arturo Márquez ha escrito ocho danzones:
Danzón núm.1 (1992) para cinta magnetofónica con saxofón opcional.
Danzón núm. 2 (1993) para orquesta sinfónica.
Danzón núm. 3 (1994) para flauta, guitarra y pequeña orquesta.
Danzón núm. 4 (1996) para orquesta de cámara.
Danzón núm. 5, Portales de madrugada (1997), para clarinete, saxofón, violín, chelo y contrabajo.
Danzón núm. 6 (2000) para saxofón y orquesta de cuerdas
Danzón núm. 7 (2001) para orquesta sinfónica
Danzón núm. 8, Homenaje a Maurice Ravel (2004), para orquesta sinfónica
Danzón núm. 9 (2017) para orquesta sinfónica.
¿Arturo Márquez compuso un danzón inspirado en Ravel?
El Danzón núm. 8 de Arturo Márquez está dedicado a Maurice Ravel e inspirado en una obra del compositor francés (el Concierto para la mano izquierda para piano y orquesta), que por momentos transmite tal sensación de libertad que suena jazzística.
Por lo tanto, el jazz late al fondo del Danzón núm. 8 de Arturo Márquez. Un jazz vago y huidizo, casi fantasmal, que ronda entre los contornos de sinuosos ritmos que evocan danzas del Norte de África. Desde una mirada situada en la pista de baile, este danzón bien podría ser descrito como atmosférico: diversos instrumentos enuncian una misma melodía durante breves participaciones solistas donde colorean la sensualidad general con ambientaciones particulares e íntimas. El oboe, por ejemplo, es lento y nostálgico, suave y delicado; sus pasos son cruzados y etéreos, como si los ejecutara a través de un sueño. La trompeta, al contrario, es rápida y ligera, curiosa y vivaz; sus pasos son verticales y determinados, al borde de resultar invasivos. La melodía en común es sensual y extrovertida, de amplias líneas coquetas que siempre oscilan entre la insinuación y el juego. Y es ahí, en la indeterminación sensual, donde radica la fascinación de este Danzón núm. 8 de Arturo Márquez: un baile galante que por momentos resulta amistoso y por momentos abiertamente erótico, pero nunca termina por entregarse por completo ni hacia la diversión ni hacia el riesgo.
¿Cuál es la formación musical de Arturo Márquez?
Amplia y variada. Ha estudiado piano, violín y trombón. Conoce a profundidad la música popular mexicana, así como el rock y el jazz. Estudió Composición en el Instituo Nacional de Bellas Artes con cuatro de los compositores mexicanos más destacados de la segunda mitad del siglo XX: Joaquín Gutiérrez Heras (1927-2012), Héctor Quintanar (1936-2013), Federico Ibarra (1946) y Manuel Enríquez (1926-1994). Se perfeccionó en composición en Francia bajo la guía de Jacques Castérède (1926-2014).
Además de los Arturo Márquez, ¿qué otros danzones sinfónicos me recomiendan?
El Danzón cubano (1994) de Aaron Copland dirigido por Leonard Bernstein.